En los días recientes, varios espacios noticiosos en
Televisa, la principal televisora del país, manejaron como una suerte de
“primicia” o “nota de 8”, al menos de la sección deportiva, un reportaje sobre
los tejes y manejes de los recientes gobiernos hidalguenses en relación con el
equipo Pachuca, una de las principales franquicias del futbol mexicano, si no
por sus triunfos y galardones, sí por la inversión y en general el proyecto
deportivo que tienen desde hace casi 20 años: una universidad, un desarrollo de
marca con las empresas que le rodean, etcétera.
Esta relación fue catalogada, por el tono y dureza de
quienes daban la nota, como si estuvieran descubriendo una red de
complicidades, corrupción y desvíos de fondos del erario por parte del ejecutivo
actual y previo del estado de Hidalgo, al nivel de los fraudes realizados entre
la Secretaría de Hacienda y algunas universidades, las posibles complicidades
del grupo HIGA y el gobierno actual, o el dinero entregado a asociaciones
misteriosas ligadas con la ex candidata Josefina Vázquez Mota.
Al margen de que esta acusación muestre ser cierta o no (o
que se le pierda seguimiento como las investigaciones antes mencionadas y
muchas otras de calibre semejante), llama la atención que la furiosa acusación
venga de Televisa, quien por lo menos en nuestro estado y durante varios años,
fue de lo más apapachada y consentida por el gobierno del panista Marcelo de
los Santos.
Veamos esta relación: Marcelo de los Santos entra al
gobierno en 2003, sucediendo a Fernando Silva Nieto en lo que sería el primer
gobierno de alternancia en San Luis Potosí. Inmediatamente después, resulta que
se empieza a erogar una gran cantidad de dinero en publicidad oficial en
Televisa. En ese tiempo Marcelo, congraciado con el entonces presidente Vicente
Fox, al haber sido uno de sus principales operadores financieros en campaña,
tiene carta blanca para cualquier dispendio.
Por el motivo que quieran, en 2004, antes de cumplir un año
en el poder, se efectúa el certamen “Nuestra Belleza México” en el parque
Tangamanga, con pifias tan memorables como los conductores de Televisa
afirmando solemnemente que en el lago de los patos de dicho parque, se
sacrificaban doncellas. Tal vez lo dijeron con un doble sentido. Todo el evento
pagado por el gobierno.
Después en 2005, Televisa efectúa uno de sus principales
eventos de contacto social y mas o menos profesional con jóvenes, “Espacio
2014” en las instalaciones de la Fenapo. Cabe señalar que todos los costos de
hospedaje, infraestructura, insumos y demás, corrieron a cargo del gobierno del
Estado, costos que, en su tiempo, se manejaron por encima de los 10 millones de
pesos, repartidos en hoteles de lujo para los ponentes e invitados de la
televisora, empleados, servicios básicos en el lugar, etc. Televisa sólo costeó
su inmobiliario y el trabajo de sus trabajadores directos.
Y en cuanto al equipo de futbol, primero llamado “Real San
Luis” y luego “Gladiadores”, al ser comprado por Televisa en 2001, después de
su último ascenso en 2004 recibió todo el apoyo del gobierno de Marcelo de los
Santos, quien según palabras de su presidente Eduardo del Villar en una
entrevista a la revista Proceso en 2005, no les cobraba ningún tipo de
impuestos, ni renta de instalaciones, lo cual les ahorraba, dependiendo del
partido, hasta 250 mil pesos cada jornada jugada en el Alfonso Lastras. En
cuanto a “apoyos” directos, sólo en 2004 y 2005 fueron 26 millones y medio de
pesos. Esto representaba alrededor de un tercio del presupuesto anual del
Instituto Potosino del Deporte, antes Inpojude
Todo esto facturando a empresas que no fueran
específicamente Televisa, sino esas empresas de uso personal tan comunes entre
ese tipo de directivos. Soccer Show e Interclubes.Otro de los beneficiados en
ese asunto fue, claro, el dueño del estadio Alfonso Lastras, Jacobo Payán, quien
al menos en una ocasión recibió un pago de 462 mil pesos, también sólo en ese
año por parte del gobierno estatal, sin que se aclare el concepto hasta ahora
de tales apoyos, entregados a todos los actores por el Instituto del Deporte, y
antes el Instituto de la Juventud y el Deporte.
En total, habrían sido 115 millones de pesos desde el
ascenso en 2004 y los apoyos por cuatro años más, mismos que se dejaron de
recibir o redujeron drásticamente en 2009, por el cambio de gobierno y la
apariencia de austeridad que Fernando Toranzo pretendía. Estos cambios y
recortes causaron la mudanza del equipo a Chiapas en 2013, donde encontraron
una administración estatal más “amigable” a los intereses del equipo, encarnada
por Manuel Velasco. Del Villar, permanentemente, argumentaba que el equipo
estaba en números rojos, a pesar de que al mismo tiempo aseguraba que la plaza
potosina era buenísima.